7.7.05

Lezama Lima sobre la pobreza

En estos momentos de crisis severa (o al menos personalmente), estas palabras de Lezama Lima, el gran gordo habanero, resuenan hondo:

Desde los espejuelos modestos de Varela, hasta la levita de las oraciones solemnes de Martí, todos nuestros hombres esenciales fueron hombres pobres. Claro que hubo hombre ricos en el siglos XIX que participaron del proceso ascensional de la nación. Pero comenzaron por quemar su riqueza, por morirse en el destierro, por dar en toda la extensión de sus campiñas un campanazo que volvía a la pobreza más esencial, a perderse en el bosque, a lo errante, a la lejanía, a comenzar de nuevo en forma primigenia y desnuda. Sentirse más pobre es penetrar en lo desconocido, donde la certeza consejera se extinguió, donde el hallazgo de una luz o de una vacilante intuición se paga con la muerte y la desolación primera. Ser más pobre es estar rodeado por el milagro, es precisar el animismo de cada forma; es la espera, hasta que se hace creadora, de la distancia de las cosas.

Según Lezama Lima, los dondes del espíritu son inversamente proporcionales a los dones pecuniarios, o sea, al despojarse de uno de los miembros de la fórmula para alcanzar abundancia en el otro. ¿Será?

No hay comentarios.: